Ella me miraba desde el otro lado del bar. El fuego del whiskey me da valor para acercarme, aún bajo las miradas de mis "amigos" que están convencidos que sólo haré el ridículo. Pero ella sonríe otra vez. Se llama S... Y no habla suficiente español. No importa, yo la entiendo lo suficiente. Está de luna de miel con su esposo (¿Honeymoon en Acapulco? ¡Que original!)... Espera... ¿Esposo?
Como si se tratase de una señal, B... el esposo se acerca a nosotros. Atlético, ario y muy, muy grande. Ella me presenta y yo trato de escabullirme, pero el me saluda agitándome la mano y sonriendo. Quizás no me percibe como una amenaza. Aún así, me libro del apretón de manos y regreso con mi grupo.
El resto de la madrugada transcurre sin suerte para mí, pero yo le atribuyo a que la gringa me saló la noche. Me refugio en el vaso y dejo que los demás cazadores se vayan con sus presas (Parece que me tocó lobby otra vez). Como no tengo ganas de llegar, salgo del antro para entrara al after me sorprende encontrar ahí a la pareja gringa.
B. no tiene problemas con su español, sólo los meseros. Hago de traductor y le ayudo con su pedido. Me agradece invitándome otro Jack Daniels.
La pareja resulta muy agradable de tratar. Pero en determinado momento B. me pregunta si me gusta su esposa. Sin esperar respuesta (Supongo que ya lo sabe) me hace la propuesta mas increíble...
Lo increíble es que yo acepté.
continuará, por supuesto
3 comentarios:
Gracias por pasar a leerme, estamos en contacto... te leo ahora
No veo por que no...
besitos a rino :)
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